La infancia y las nuevas tecnologías.
Estas y otras cuestiones relativas a los nuevos medios las plantean los padres en la consulta cada vez más. Es lógico, las nuevas tecnologías (en realidad no tan nuevas puesto que llevan en nuestros hogares muchos años ya) producen una gran incertidumbre, ya que son soportes y medios que en numerosas ocasiones se nos escapan de las manos, y que en realidad sí que son nuevos para nuestro cerebro, que no ha cambiado en 100.000 años.
Este artículo pretende clarificar y ofrecer algunos puntos de referencia para los padres basados en investigaciones recientes de sólidas corporaciones al respecto (“Fundación Kaiser” EEUU, “Active Healthy Kids” Canadá y la AFPA (Asociación Francesa de Pediatría Ambulatoria).
Los “nuevos” medios.
En primer lugar cabe decir que no hay que demonizar los nuevos medios. Acordémonos de lo que ocurría con la aparición de la televisión. Según muchos iba a propiciar prácticamente el fin del pensamiento, de la comunicación y de la familia, por mencionar algunos. Es cierto que el modo en el que las familias se comunican ahora difiere de la manera en la que lo hacían cuando esta no existía, pero no podemos achacarlo sólo a su aparición. Cierto es que la aparición de este medio ha supuesto un cambio cualitativo importante en nuestras vidas a muchos niveles, siendo este cambio positivo en gran medida. No debemos caer en el tópico de que todo lo desconocido es malo por definición, pero si todo con lo que se relacionan nuestros hijos debe ser revisado y controlado. Muchas veces los padres ven negativos los nuevos medios y las nuevas formas de entretenimiento de sus hijos, como por ejemplo los videojuegos, pero como todo, depende del uso que se le dé la edad en la que se utilice. Como primera medida es importante que estemos informados de lo que hacen nuestros hijos, en el sentido de que debemos conocer que función cumple la tablet o el dispositivo en cuestión, que contenidos ven nuestros hijos en ellos, a que videojuegos juegan, jugar con ellos, aprender en profundidad en que consisten, como se juega, que personajes hay, en que consiste el juego, como se gana, con quién se comunican, etc
Muchos de los padres y madres que acuden a consulta alarmados no conocen en que consisten estos nuevos medios, como por ejemplo las aplicaciones de mensajería tipo Whatsapp. Y es que nuestros niños y niñas pertenecen a otra generación, y debemos aprender el lenguaje de esta nueva generación si queremos estar en contacto con nuestros hijos, mantener una buena comunicación y no perderles la pista.
Estos nuevos medios forman parte de la nueva realidad cotidiana, y esta realidad también es la nuestra. Son beneficiosos con control, como todo. Que sean buenos o malos para los niños dependerá en gran medida del grado de control que les ayudemos a tener sobre ellos y del equilibrio psicológico de los niños, ya que si un niño o niña sufre carencias o se siente solo, es más fácil que palie ese déficit con estos nuevos medios, por ejemplo. La maldad o bondad de las cosas, como siempre, no está en el objeto en sí, si no en como se usa.
Por otra parte internet puede ser un entorno tremendamente hostil y peligroso para nuestros hijos, la Policía Nacional ha desarrollado un decálogo de recomendaciones para evitar disgustos que comparto aquí. Es mejor educar adecuadamente a nuestros hijos y acompañarles en la vida que luego sufrir la familia al completo los posibles daños derivados de un uso inadecuado de internet. Como dijo la psicoanalista infantil Françoise Doltó: “Se necesita una gran madurez para poder ser padre o madre, porque se trata de ser consciente de que esto no es una posición de poder, sino una posición de tener, y no tenemos derecho a esperar intercambio” Esto quiere decir que estamos ahí para ellos, para educarles, no para esperar que nos devuelvan en igualdad. Si las pantallas dificultan su desarrollo debemos ser cautos, aunque nos comprometan momentos de calma a los adultos cuando los niños se quedan absortos con ellas.
Cuidado con el bombardeo de información
En todos los casos vigilaremos a que contenidos informativos acceden nuestros hijos e hijas, ya que en la actualidad existe en los medios audiovisuales un bombardeo masivo de información al que, por desgracia, están sobre expuestos. Recordemos que su cerebro se modula con respecto a los estímulos que recibe y a las respuestas que les es posible emitir (las pantallas ofrecen poca posibilidad de que el niño emita respuestas psicomotrices acordes con su edad). Debemos protegerlos de la sobreinformación, de cómo y porqué hacerlo informo brevemente en el artículo de este blog “Cómo proteger a nuestros hijos de la sobreinformación”
El ser humano es moldeable pero también vulnerable. Debemos ayudar a los niños a crecer y a interpretar los estímulos del exterior, siendo filtros para ellos dejando que accedan a información a información que por edad no pueden procesar. Como terapeuta infantil me enfrento a diario con dificultades infantiles propiciadas, en parte por el abuso de dispositivos electrónicos pantallas que producen soledad, alejamiento de sí mismos, dificultades para estar solos, a imaginar y para desarrollar su campo simbólico entre otras. Aquí especifico un poco más las dificultades infantiles más comunes.
¿A qué edad puede mi hijo tener móvil?
A continuación paso a enumerar las edades a la que están recomendados los nuevos soportes para cada edad, según la Asociación Francesa de Pediatría ambulatoria (AFPA) y el Dr. Serge Tisseron (psiquiatra, psicoanalista y doctor en psicología en la universidad de Paris Ouest Nanterre.
- No permitir la televisión ni ningún tipo de pantalla antes de los 3 años.
- No permitir consolas de videojuegos antes de los 6 años.
- No permitir internet antes de los 9 años.
- Móviles a partir de 12 años.
1. Hasta los tres años el cerebro de nuestros bebés y las conexiones neuronales se establecen a una velocidad vertiginosa, gracias al modo de aprendizaje que desde que nacemos llevamos impreso en nuestro cerebro. Esto es, el bebé debe gatear, debe voltear, debe intentar conseguir objetos por si solo, sentarse solo, ponerse en pié, iniciar la marcha, etc. Que realice todas estas adquisiciones por sí solo, bajo nuestra atenta mirada pero dejando que se enfrenten a los retos solo, es imprescindible para que vaya madurando neuronalmente de modo adecuado. La interrupción o un intento de adelantamiento por nuestra parte (como sentarles o erguirles cuando no están aún madurativamente listos) dificulta procesos como la deglución o la adquisición del habla. El hecho de que mantengamos a los niños sentados viendo pasivamente una pantalla mientras lo que deberían estar haciendo es aprendiendo con todo su cuerpo, ralentiza y dificulta el correcto desarrollo y la adquisición de habilidades, entre ellas la futura adquisición del lenguaje ya sea oral o escrita. Los niños y niñas ya tendrán tiempo a lo largo de su vida de permanecer sentados mirando una pantalla, permitámosles el juego libre por ahora.
2. Jugar con una consola de videojuegos a una muy temprana edad y demasiado tiempo, limitará su creatividad e imaginación, ya que todo le será dado, ahí no hay nada que crear ni inventar, ya está todo hecho. A partir de los 6 años debemos pactar unos horarios firmes que regulen la utilización de consolas y videojuegos. Es importante ir encauzando al niño en el juego, ir construyendo un pensamiento crítico en él, comentando aspectos que pueden no ser muy correctos del videojuego (como el racismo y el machismo, tan presentes en los juegos con avatares) de este modo le ayudamos a ir formándose un criterio y no ser un mero espectador acrítico.
3. A partir de los 9 años (y antes si ya se le ha introducido en la red) es indispensable que no naveguen solos, que los padres les acompañen por este nuevo mundo explicándoles que está bien y que puede ser erróneo. Que utilicemos las herramientas de control parental para navegar son imprescindibles. Internet es una herramienta estupenda y muy potente, la cantidad de conocimiento, libros, artículo, documentales, etc, a los que se puede acceder con rapidez y comodidad es absolutamente increíble, pero este nuevo mundo necesita de traducción por nuestra parte, que les ayudemos a comprender y a ser críticos con la información que aparece.
4. A partir de los 12 años es necesario que siga habiendo un control parental razonable según veamos que el chico o la chica ha asimilado el concepto de navegar por internet y los riesgos que puede entrañar. Es necesario que siga habiendo un horario para que se pueda conectar, de este modo dejamos tiempo para que realice otras actividades. Con respecto a los teléfonos móviles, recordemos que no sólo son teléfonos, si no “smartphones”, es decir, pueden realizar múltiples tareas y acceder a infinita información. Estos aparatos van a ser sólo de ellos, por lo que tendremos que asegurarnos que han comprendido bien su uso y peligros, que conocen el correcto uso de los chats y el manejo de internet, es decir, que están familiarizados con ellos y que son críticos. En ningún caso dejaremos que usen el teléfono de otro (de los padres por ejemplo), ya que en ellos hay información privada que el niño o niña no tiene porque saber manejar.
Espero que estos consejos les hayan resultado de utilidad. En próximos artículos abundaré más en conceptos novedosos para los padres y las madres como los videojuegos, los videojuegos en red o las aplicaciones de chats tipo Whatsapp o Line.
Psicóloga Clínica. Especialista en Psicología Infantil
Muy interesante. Las pantallas no son buenas para los niños, eso lo sabemos todos, xro nos hacemos los longuis, porque descargan mucho a los padres y nos dan un respiro. Pero hay q asumir q debemos restringirlas mucho más d lo q lo hacemos. En cualquier caso gracias x el artículo. Me ha aclarado muchas cosas.
Estimado Tonino, es que la crianza de un niño o niña no es algo fácil, pone en jaque todo nuestro ser y persona. Es como una carrera de fondo, y es normal que busquemos como padres momentos de relax como los que proporcionan dejar un rato a nuestros niños con una tablet o la tele. Somos humanos. Pero también es bueno q seamos conscientes del efecto que producen en los pequeños, para poco a poco encontrar alternativas. Un fuerte abrazo y gracias por participar en el blog, así aprendemos todos,